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ToggleEduca a tus Hijos con Paciencia y Respeto, Sin Morir en el Intento - La CONEXIÓN y la “Buena Conducta”
La CONEXIÓN y la “Buena Conducta”
Una “buena conducta” es consecuencia de sentir emociones positivas. Te invito a leer este artículo escrito desde el CORAZÓN. Al FINAL encontrarás una SORPRESA que te va a ENCANTAR 😉
Si te sientes mejor, te comportas mejor.
Los humanos somos seres sociales y nacemos para vivir en comunidad, y no en soledad. Por este motivo, la conexión o el sentido de pertenencia a un grupo, sentirnos importantes y que contribuimos dentro de él es el elemento fundamental que guía nuestra conducta.
Me gusta referirme a la búsqueda de conexión como un proceso “automático” e inconsciente que comienza por cómo nos sentimos y qué pensamos. En consecuencia, decidimos cómo comportarnos.
Como mamá (y papá) es lógico que desees lo mejor para tus hijos, y que el día de mañana sean adultos sanos, felices y que generen felicidad a su alrededor, verdad?. Que desarrollen cualidades como la empatía (ponernos en los “zapatos” del otro), la honestidad, la buena comunicación, el buen juicio, y sólidos valores, entre otros.
Y para hablar sobre la conexión como “motor” de la conducta … me gustaría poner un ejemplo.
Imagina que la Sra. Silvia tiene una hija de 3 años, Celia, que asiste al nido muy contenta, pero que se entera que viene un hermanito en camino. Conforme pasa el tiempo y el vientre de su mamá crece, comienza a ver las compras para el bebé, el tiempo que su mamá dedica a avanzar su trabajo para poder tomar su licencia sin pendientes, su papá llega tarde en las noches y ninguno de los dos tiene mucho tiempo libre para jugar ni pasear con ella, y también…las conversaciones en casa y con familiares y amigos giran cada vez más en torno al nuevo bebé.
¿Qué emociones invaden a Celia? Tal vez tristeza, frustración, miedo e incertidumbre. Quizás Celia piensa que sus papás ya no tienen tiempo para ella ni interés en compartir ni jugar, tal vez que ya no la quieren más porque viene el nuevo bebé. Entonces, Celia puede decidir (inconscientemente) querer volver al pañal, de repente pegar a su papá, ignorar a su mamá, no querer pasar las tardes con su abuela…
Silvia, quien llega cansada a casa y con malestar físico suele ahora encontrar a Celia con mal humor y mostrando violencia…cuáles son los caminos que puede seguir?.
Me respeto y te respeto
Recuerda que para poder cumplir los objetivos de crianza (lo que deseas fomentar en tus niños desde ahora y para el futuro) necesitas valerte de herramientas para formar a tus hijos. Hay una sabia frase que reza “no hagas a los demás lo que no te gusta que te hagan a ti”. Para tener siempre presente este principio, los pilares básicos son GENTILEZA con el niño y FIRMEZA a la vez. Parece contradictorio, pero te aseguro que no lo es.
Ser gentil con tus hijos demuestra respeto. Adultos y niños merecen ser tratados con respeto y dignidad, tal y como lo menciona Jane Nelsen en su obra “Disciplina Positiva”.
Los métodos autoritarios y el ser permisiva no demuestran respeto hacia el niño. El primer concepto no lo es por traer maltrato asociado y el segundo, debido a que complacer sin medida y salvar al niño de situaciones desagradables, no permitirá que madure saludablemente.
Ser firme no significa ser autoritario ni castigar. Mucha gente suele confundir el término firmeza con autoritarismo. Ser firme demuestra respeto conmigo misma y con la situación, no es “perder la cabeza” ni tratar sin respeto a un niño.
Hacer sentir mal nuestros hijos y despertar emociones negativas en ellos no hará mejorar su conducta.
Ante una situación tensa es mejor recuperar la calma, mantener el respeto hacia tus hijos e invitarlos a hacer lo mismo contigo. Sí sí, ya sé … seguramente te estarás preguntando “Irene, ME ES DIFICIL MANTENER LA CALMA” ¿CÓMO HAGO?. Te tengo una SORPRESA para que lo logres … pero permitime contarte algo muy importante antes de ello.
Si queremos enseñar a nuestros hijos a controlar su temperamento, controlemos primero el nuestro. ¿Quién está en ventaja y tiene más “camino recorrido”?.
La justa medida
El ser altamente firmes conduce al rigor excesivo y hasta a castigar, mientras que ser sólo amables te lleva a la permisividad.
La clave para una crianza exitosa y una convivencia saludable está en utilizar la perfecta combinación de amabilidad y respeto, mantener la calma y apartarte de las situaciones de conflicto, ya que con la “cabeza caliente” se dificulta poder llegar a buenos acuerdos y a la solución de problemas.
Evita caer en:
- La permisividad para compensar la culpa, especialmente si perdiste la paciencia
- Castigar y gritar
- Decir a todo “sí” y decir a todo “no”.
El GRAN DESAFÍO en la crianza es educar niños felices desde LA PACIENCIA… ser flexibles ante aquellas cosas en que es posible y, a partir de la firmeza y respeto saber decir “Lo lamento mi amor, mi respuesta es no” cuando es inevitable.
Conclusiones
- Amar y respetar no son sinónimo de malcriar.
- Aplica firmeza y gentileza a la vez … Es un PROCESO.
- Sigue el lema: “Me amo, me respeto y como te amo, te respeto a ti”.
- Predica con el ejemplo…los niños aprenden por imitación.
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CP Irene Brusatin, Universidad de Buenos Aires
Creadora del Programa EducarDesdeElCorazon.com
Certified Baby Planner Consultant, International Maternity & Parenting Institute (USA)
CPDPE Educador para padres certificado en Disciplina Positiva
CPDCE Educador certificado en Disciplina Positiva en el salón de clases
Maestra Online (Universidad de Vidroop, España)
Maternity Consulting Baby Planner & Parenting Coach – Fundadora y CEO